/*AÑADIDO*/

lunes, 25 de marzo de 2013

HISTORIA DE UNA GUERRA CIVIL NO VIOLENTA: EL TERRORISMO DE ESTADO CONTRA EL PACIFISMO DE LA PAH

INTRODUCCION 

El pasado lunes 25 del corriente un portavoz de La PAH de la Región de Murcia denunció la recepción por parte de un compañero, que pertenece y colabora en dicho colectivo en la Comarca del Noroeste, de una llamada, en la que claramente se le amenazaba de muerte y se le informaba de la intención del interlocutor de colocar una bomba en el local, en el que realizan su labor de asesoramiento. El comunicante anónimo injurió gravemente a los componentes de la entidad y justificó su acción delictiva, alegando la presunta vinculación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca con la organización terrorista ETA. 

Esta peligrosa y maliciosa acusación, de la que están empezando a ser diana los activistas y afectados de la PAH, forma parte de una campaña de acoso y derribo orquestada desde la extrema derecha, camuflada de demócrata, que desde el seno del PP encuentra el refugio y fortaleza legales, políticos y judiciales indispensable para iniciar una cruzada de conversión ideológica.


Maquiavélica y malintencionada contienda, consistente en transformar a las víctimas en verdugos, para que de este modo pierdan a nivel social toda la credibilidad y la empatía, de las que disfrutaban hasta la fecha y el apoyo del que gozaban prácticamente en todo el espectro mediático hasta que han empezado a llover las primeras denuncias en su contra. Se trata de una guerra planificada y declarada para conquistar el pretendido prestigio, perdido por un régimen neoliberal que durante años amparando y apoyando, tanto desde el gobierno como desde la oposición, al poder financiero, ha permitido que hasta el momento del gran despertar de la dormida y aborregada conciencia social, las familias penalizadas por el desahucio fueran además señaladas con el hierro candente de la culpabilidad. 

Estigma, que ha transfigurado a la clase media en modernos Cristos condenados a cargar con la obligatoria e insoportable cruz de la precariedad laboral y habitacional, que conduce por el camino del calvario de la marginación hasta la muerte social. Pasión sufrida ante la mirada de pasiva e indiferente, complicidad del resto de la ciudadanía, que contemplaba como un mero espectador, sin inmutarse, el desfile procesional del martirio padecido por sucesivas corderos lanzados al matadero del desahucio para la salvación del poder bancario. 

Holocausto financiero amparado por la protección policial, judicial y legal proporcionada por nuestros gobernantes. Pilatos, investidos con la túnica legislativa o ejecutiva de tinte azul o rojo, pero siempre con un matiz marcadamente autoritario, garantizado por la mayoría parlamentaria. Negligentes e incompetentes políticos, que se ha lavado las manos, mientras el mercantilismo financiero les llenaban sus arcas privadas, ante el sacrificio de una legión de victimas sin que les salpicara la más mínima mota de polvo social o mediático. 

Pero la multitud de granos de arena, procedente de las innumerables familias expulsadas de sus hogares, cuyo presente y futuro fueron completa e impunemente demolidos durante años por la epidemia de inmorales y despiadados desalojos, se les ha vuelto en contra. Polvo tóxico acumulado progresivamente, que en su día no manchó al inepto y ocioso ejercito de irresponsables políticos, que están permitiendo la paulatina destrucción de la clase media, y que ahora se les ha venido encima de golpe levantado y arrojado sobres sus cabezas por un ciclón imparable reconocido internacionalmente como la PAH

Huracán vestido de verde esperanza, que se vuelve marea de color rojo, con la intensidad del fuego, que ilumina a las conciencias despiertas e inocentes e incendia a las culpables cuando se extiende y que se ha convertido en el autentico azote de la clase política española actual. Tormenta originada por la movilización ciudadana organizada, pero cuya espontaneidad e ímpetu ha derribado los muros opacos de la torre fortificada, tras los que se oculta la cara real del sistema neoliberal, aliado al capitalismo financiero, como el verdadero causante de la estafa financiera, que ha desalojado durante más de un lustro a miles de familias enteras, despojándolas de su derecho a una vivienda digna, garantizado constitucionalmente. 

Una vez desmontadas las defensas del régimen ultrafranquista y descubiertos sus caudillos, los mercados, constituidos en cúpula política, quedaron completamente expuestos, como castillos de arena, a las inclemencias de la borrasca creada por un agente del convulso clima global. Fenómeno sociológico bautizado como PAH, que a su paso ha dado un baño de realismo, que ha calado, hasta lo más hondo, y ha perforado el interior de la supuestamente intocable e impermeable reputación de la podrida estructura mafiosa, que a duras penas mantiene en pie el engranaje político español. 

Sistema de partidos, que está comprobando como el edificio de la pseudodemocracia, que les da sostén y cobijo, se está absolutamente desmoronado, anegado y enlodado gracias a la tormenta perfecta ciudadana, que ha demostrado, que se trata de una construcción fundamentada en la corrupción urbanística. Oligarcas ultraconservadores que, a pesar de esta clamorosa evidencia, se resisten, aferrados a las caducas, putrefactas y retrogradas estructuras del poder, a erigir una nueva edificación política de propiedad pública, que preste servicios de manera gratuita y universal; asentada en el terreno firme de una autentica y genuina democracia; cimentada sobre los sólidos y renovados cimientos de la participación ciudadana; y levantada con unos materiales de optima calidad. 

Pero en lugar de optar por la segunda opción, la de la vía de la construcción de un nuevo sistema, prefieren limpiar la fachada resquebrajada del antiguo régimen, retirando el barro y echándoselo en cara a la tempestad, que destapó la verdadera naturaleza de la piedra angular, el terrorismo financiero, del sistema neoliberal imperante. Monstruosa política de Estado, que se sirve y manipula a cuatro instrumentos básicos para perpetuarse en el poder: el primer brazo, el judicial, que cumple, en la mayoría de las ocasiones, la amenaza de ejecución hipotecaria, que supone desahuciar de la vida privada y pública a sus conciudadanos, y que les castiga, además como resultado, con la pena máxima, el exterminio social y físico; el segundo brazo, el político, que les secuestra el bienestar de hoy y el porvenir de mañana; en complicidad con el tercer brazo el financiero, que les obliga a pagar un rescate bancario; y por último el cuarto brazo, el legislativo, que les suministra las herramientas necesarias al resto de miembros gemelos para que puedan realizar el trabajo sucio con absoluta inmunidad legal.