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martes, 19 de marzo de 2013

HISTORIA DE UNA FRÁGIL OLA, QUE DESPEDIDA DE UNA FUERTE MAREA SE CONVIRTIÓ EN UN POTENTE SUNAMI

CAPÍTULO I

LA FUERTE MAREA MULTICOLOR Y REIVINDICATIVA 


El pasado sábado 16 del corriente asistí a la Marcha de Mareas, que recorrió las principales arterias de la capital del Segura, dividida en cinco ríos desbordantes de vitalidad, que desembocaron en la Plaza circular, donde las diferentes manifestaciones sectoriales se unieron en un mar inmensamente reivindicativo. Caudalosos afluentes que, confluyendo en esta enorme rotonda, la transformaron en un océano multicolor, formado por 40.000 activistas, que se congregaron deseosos de evidenciar su repulsa unitaria a las políticas neoliberales y su rechazo unánime al Gobierno Regional, que las está imponiendo. 



Entre las cinco movilizaciones ciudadanas destacó, por su atrevimiento, creatividad y originalidad, la Marea Negra, compuesta por los funcionarios públicos, y bautizada cariñosamente como chapapote por alguno de los participantes en el acto de protesta. Ocurrente galipote ciudadano, que con el símbolo aportado a la concentración de Mareas nos untó y nos caló, a todos los que contemplamos un sublime alarde de portentosa imaginación. Inventiva, que les condujo a crear una falsa guillotina a una escala de tamaño inferior, que los modelos auténticos utilizados en la Revolución Francesa. 

Artilugio de carácter reivindicativo, que nos hizo añorar a todos los presentes los resultados pretéritos de una de las sublevaciones populares más transcendentales de la historia. Revuelta ciudadana, liderada por la burguesía que marcó, con el derrocamiento del absolutismo, la transición del Antiguo Régimen, basado en una sociedad estamental, heredera del feudalismo, a un sistema capitalista, fundamentado en la economía de libre mercado. 

Cáncer financiero, que se ha ido progresivamente propagándose en el interior del régimen político neoliberal imperante contaminando y corrompiendo sus órganos vitales, pervirtiendo la esencia genética democrática, que les dio origen como organismos constitutivos de un aparato estatal al servicio de la ciudadanía. 

Sociedad, que se indigna ante la traición, que supone a los ideales de “Igualdad”, “Fraternidad” y “Libertad”, promovidos por la Revolución Francesa, el nivel de privatización, comercialización y elitización, que está alcanzando en la actualidad la extensión y cobertura de los derechos sociales, reconocidos, como públicos y de obligada prestación estatal, por la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” 

Carta promulgada en la Asamblea Nacional Constituyente francesa del 26 de agosto de 1789, que eleva a la categoría de universales los derechos personales y colectivos. Declaración, que supone el espíritu inspirador de la redacción de la Constitución Española en vigor, que consagra como fundamentales, es decir, como inherentes a la condición humana, los cinco derechos defendidos y vestidos de otros tantos colores por la “Marcha de Mareas”. Abanico multicolor, en el que destacaban los tintes apartidistas y asindicalistas tales como Verde (Educación), Blanco (Sanidad), Rojo (Vivienda), Naranja (Trabajo Digno y Renta Básica) y Negro (Servicios y Funcionarios Públicos) 

Variedad cromática que pintó, de activismo reivindicativo, una multitudinaria manifestación en respuesta a la llamada a la movilización de la ciudadanía, indignada ante la violación sistemática, llevada a cabo por la maldición política, gobernante y opresora de los derechos sociales y laborales de los más desprotegidos. 


CAPITULO II

UNA MÍSTICA E INSPIRADORA EXPERIENCIA RELIGIOSA: 
LA FRÁGIL E INOFENSIVA OLA SE CONVIERTE EN ARRASADOR SUNAMI ACTIVISTA 


Así empieza la sorprendente e inolvidable crónica merecedora de ser grabada en nuestro recuerdo al rojo vivo, de cómo desamparados ciudadanos, cuando había concluido oficialmente la manifestación y la mayoría de la masa asistente, satisfecha con el objetivo logrado, ya se había dispersado, extrajeron fuerzas de flaqueza. Osados y valerosos murcianos, que curtidos en mil y un combate en el campo de batalla del activismo social, transformaron su Davídica Debilidad en Titánica Fortaleza y el punto final de una conquista reivindicativa en el inicio de un Sunami de Sediciosa Rebelión. 

Arriesgada Odisea protagonizada por un bravo David, de corazón de león, que convirtió su debilidad, compuesta por cincuenta dóciles y disciplinadas ovejas, en potentes miembros articulados, cuando se vieron solas y abandonadas en mitad de la inmensidad de una plaza. Redonda, antes fuerte y protegida por escudos humanos reglamentarios; pero ahora desierta de milicianos sindicalistas y partidistas del sumiso borreguismo. 

Pretenciosos agentes dominadores de la masa social organizada, que no conformes con el protagonismo, que concede ser la firma congregante manchan, seducidos por la fotofilia, o sea, por la exacerbada adicción a la foto de portada, con sus insignias y colores un movimiento convocado y presumido como acromático política y sindicalmente. 

Retomando la narración de la hazaña protagonizada por tan épico personaje debo continuar por el momento, en que el David murciano, de oficio bombero, cuya gesta heroica solo es comparable a la de los revolucionarios franceses, decidió armarse, por si le fallaba la puntería, en vez de con un tirachinas manual y manejable, con un cortacabezas transportable. Representación de una misteriosa maquinaria, formada por un armazón de madera, que fue alzada y portada sobre los hombros por cuatro costaleros, devotos de la Santa Patrona de la Revolución, Nuestra Santísima Madre de la Subversión de los afligidos, desconsolados y oprimidos por el régimen neoliberal. 

Tras la levantá de la imagen titular de la Innovadora y Revolucionaria Cofradía de la Sma. Fraternidad, la Sma. Igualdad y la Sma. Libertad, conocida popularmente como la Hermandad de la Santísima Guillotina, iniciamos un auténtico y respetuoso desfile procesional, acompañado por el sobrio y mantenido toque de un tambor muleño y por el fervoroso rezo del Santo Rosario de la Insurrección para consuelo de amotinados, insurgentes y sublevados, intercalado con el canto del emotivo himno “Que se Vayan”. Itinerario, alejado de los que organizan y encabezan los máximos representantes de los gremios sociales, políticos y sindicales, con batucada incluida, que se convierten en auténticas marchas triunfales, a las que sólo les falta, al más puro estilo americano, para ser mas oficialistas y protocolarias, la banda de música y las majorettes. Esas chicas, de oficio animadoras, que son tan monas, cortitas de ropa, de majot ajustado y de movimientos provocativos, que incluso a veces van con el ombligo y el canalillo al aire. 

Pero esto es otra historia, por lo que debo continuar con el relato del viacrucis recorrido por los iluminados y beatos seguidores de la Santa Guillotina, cuyo cortejo procesional alcanzó por fin la meta tan anhelada la Bastilla murciana, accesible solo para las rentas más elevadas. Colmena de pisos, situada en el número 9 de la Gran Vía de la capital regional, en cuyo ático, cohabita el Zángano mayor del reino junto a su Abeja consorte, la caprichosa y voluble, María Antonieta murciana. Pareja presidencial ante la que presentamos, en primicia mundial para su aprobación, la recién adquirida Reproducción del Santo Patíbulo. Las buenas lenguas comentan que ambos perdieron la cabeza, a causa de la fuerte impacto emocional recibido, al contemplar tan soberbia Imagen, pero para desgracia de los murcianos esta alegre noticia, después de contrastada, resultó ser un fundado rumor. 

Llegados a este punto es de gustosa obligación hacer un paréntesis para resaltar la actuación policial. Ángeles caídos del cielo para protégenos de infierno callejero, que ellos mismos incendian y propagan, con su actitud opresiva, y que con sus largas porras y sus reforzadas puntas de bota se comportaron durante todo el recorrido como un real cuerpo de guardia suiza, impidiendo que fuéramos asaltados, intimidados o increpados por algún fanático religioso o político. Por lo que gracias a su lanzada y perspicaz presencia no hubo el más mínimo altercado durante la Puesta de largo y Presentación en sociedad del paso procesional del Santo Cadalso. Aparato represor del Estado conformado por dos furgones y cuatro efectivos motorizados, que velo desde la inferioridad numérica y desde la superioridad de contundentes medios de dispersión, en todo instante por la seguridad en el apasionado momento del Santo Encentro con las máximas autoridades regionales del régimen ultrafranquista. Custodios del Orden Público, que se apostaron junto a sus vehículos, guardando las distancias para no molestar, ni entorpecer, ni enturbiar con su obscena presencia un Acto Oficioso. Misterio Gozoso experimentado interiormente por los penitentes, que acompañaban al Símbolo de la Santa Degollación, de Recogimiento de nuestras plegarias y peticiones por parte de la Familia presidencial, que aunque ausente físicamente, la tenemos siempre presente en nuestras maldiciones. 

Regio Matrimonio, que convive en un triplex, cuya fachada, conforme a la austeridad predicada por el régimen recuerda a un búnker exterior, pero que interiormente esconde una residencia de comodidades palaciegas y lujo versallesco, valorada en un millo de euros, a principios del 2012, a la que ya entonces le conducía un Audi de 300.000 euros. Símbolos del dictatorial y proborbónico poder ejercido por Ramón Luis, durante más de, XVI, años, en los que viene rigiendo, por inspiración divina, el destino autonómico como un verdadero monarca absoluto, en la fase prerevolucionaria, previa a la toma de la Bastilla, el despotismo ilustrado. 

Sistema político autoritario, impuesto por el rey Sol murciano, reconocido impopularmente como Valcárcel, el libertino, y despilfarrador de la Hacienda Pública para costear sus reales y cotosos gustos y apetencias megalómanas y extravagantes. Autócrata, actual representante de la dinastía pepera regional, que ya ha elegido a su posible e incompetente sucesor al trono autonómico por el método de la elección digitocrática, es decir a dedo. 

Totalitaria actitud de un personaje, que tiende a acaparar todo el poder en su detestable figura, convirtiéndose de este modo en el despótico monarca regional, que ha secuestrado la soberanía popular, haciéndola prisionera de unas reformas económicas, que oprimen, ahorcan y matan a la inocente e indefensa ciudadanía, bajo la ilustre premisa comprendida y practicada a la perfección por su estrecha frente, de “todo por el bien del pueblo, pero sin temer en cuenta al pueblo”. Corto entendimiento, que pretende sea la medida del promedio murciano, ya que en una época en la que rio de la inversión privada no fluye desde los embalses bancarios, levanta una tras otro muros presupuestarios de contención del gasto publico. Falta de riego, que condena a la sequia más extrema a dicho sector, dejándolo a merced de las aves de rapiña.

Maquiavélicos Buitres, sin escrúpulos, que viendo en esta crítica coyuntura una oportunidad de negocio, mudan la educación, y la sanidad de un derecho gratuito y universal en un objeto de consumo para clases privilegiadas, situándolas lejos del alcance de la mayoría de la población. Recorte del acceso de la sociedad al conocimiento, a la formación y al digno y pleno empleo, que provocará a medio plazo el resultado opuesto al perseguido. Puesto que los planes de austeridad, en lugar de conseguir una tranquila y apacible marea de desempleados y desahuciados, y también una masa nutrida por una aborregada, inculta y asalariada mano de obra esclava, logrará en cambio la progresiva mutación de la pacifica e ingenua murcianía en brutas ovejas rabiosas. 

Famélicas y enfermizas cabras montesas, que hartas de desfallecer por alimentarse exclusivamente de pastos secos y productos de desecho traídos en contenedores o consumir brotes verdes virtuales, saltaran insumisas en estampida por encima del redil de la obligada, humillante y subordinada domesticación para invadir el terreno de la desobediencia civil, atacadas por el virus de la indignación. Insurrección ciudadana, que en nombre de la Justicia y para satisfacción y orgullo de la Diosa Republicana de la Revolución, la deificada Guillotina, pedirá la cabeza del mayor tirano de la historia de la pseudodemocracia murciana. 

Lengua, que esta ocasión no será falsa y de juguete, sino que se deslizara afilada y de acero, demandado el recorte de la testa coronada de ignominia del Monarca Regional, al que todos los murcianos identificamos como la suprema y odiosa manifestación del sectarismo pepero. Nefasto personaje, en cuya repulsiva memoria entonamos los piadosos creyentes, en la Idolatrada, Omnipresente y Omnipotente Democracia, el rosario alternativo y subversivo. Letanía, refugio de los rebeldes al régimen neoliberal, bajo cuyo amparo nos acogemos:

ARTICULO DE: LM.ROMAN